jueves, 3 de abril de 2014

BROWNIES DE OREO o cómo la vida puede ser maravillosa...



Hola a tod@s, después de casi tres meses sin publicar, toca una receta perfecta para la O.B ( obesity, no operación bikini) claro está :P

Llevo muchísimo tiempo sin pasarme por el blog, pensaba que podría publicar con mayor frecuencia pero este año en el instituto tengo cursos a distancia que requieren estar horas delante del ordenador, respondiendo mensajes, escribiendo textos explicativos, instructivos y al volver a casa necesito desconectar y hacer cosas diferentes; socializarme en mi querido Benimaclet, correr, series ( de las de la TV no de las de correr, esas las odio a muerte...) 

Echaba de menos compartir algunas de las recetas que tengo pendientes y siempre que me pongo a ello -como sigo siendo una negada y tardo horas en escribir un post con fotos-acabo por guardarla o dejarla para otro día y es que como dice mi amiga Tamara, tenemos demasiados hobbies y queremos hacer tantas cosas que al final lo único que hago es procrastinar...

En fin, que no me lío con excusas como siempre hago y voy al tema, no me he propuesto joderos poneros más difícil la operación bikini pero esto está tan bueno que tenía que compartirlo con el mundo. Un brownie con trozos de galletas oreo es algo simplemente maravilloso. Tenía ganas de hacerlo desde que vi fotos en ese invento del demonio llamado Pinterest, una red social llena de fotos monísimas de comida ( y otras miles de cosas) que dan hambre incluso después de haberte comido un buey. Os recomiendo leer este post del comidista sobre las Pinstruosities; esas imitaciones aberrantes de recetas ultraperfectas o cómo se puede convertir algo tan mono y apetecible en un engendro. 
Las pinstruosidades me encantan, son la pura realidad, tengo miles de fotos que lo atestiguan, nada parecido a esas tartas tan monas sin defectos que aparecen en los blogs culinarios. Yo podría llenar uno solamente con todos mis abortos culinarios, que creo que todavía son legales. 

El aspecto de este brownie es lo que menos importancia tiene, aunque pareciese un cagarro informe estaría increíblemente bueno, menos apetecible, pero bueno. Aunque ya os digo que es difícil que una cosa tan rica tenga mala pinta.

La receta es parecida a la que ya publiqué aquí, con ligeras modificaciones, ahí va:


Ingredientes

  • 300gr de chocolate fondant
  • 240gr de mantequilla
  • 200gr de azúcar 
  • 3 huevos L 
  • 150gr de harina
  • 1/2 de cucharadita de sal ( yo pongo una cucharadita de té entera, porque me gusta el toque salado)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 cucharadita de café soluble
  • 1 paquete entero de oreos, o 2, o 3...

Preparación ( la misma que con el brownie de nueces)

Pre-calentamos el horno a 180º

En un bol apto para microondas ponemos la mantequilla y el chocolate a trocitos y calentamos un par de minutos en el microondas o al baño María si sois de los que piensan que el microondas es ETA. Removemos un poco y volvemos a calentar si es necesario hasta que se fundan ambos ingredientes y mezclamos bien.

En un bol batimos el azúcar y los huevos (a temperatura ambiente a poder ser) hasta que obtengamos una mezcla más blanquecina y espumosa. En la kitchenaid este paso se hace con el batidor de varillas. 

Añadimos el chocolate fundido y la vainilla. Se tamiza la harina junto con el café, la sal y el cacao se integra bien con el resto de la mezcla. En la Kitchenaid, cambiamos el batidor de varillas por el plano antes de añadir el chocolate/ mantequilla fundidos y la mezcla de ingredientes secos se añade poco a poco.

Por último rompemos las galletas oreo en trozos grandes y reservamos algunas para decorar, removemos bien. 

Uff qué tentación de comerse la mezcla a cucharadas...

Vertemos la mezcla en un molde engrasado, yo uso uno rectangular de unos 30x25cm, aunque también queda bien en moldes individuales. Ponemos varias galletas oreo encima para decorar e introducimos en el horno unos 15-20 minutos ( mucho cuidado porque dependiendo del horno puede ser mucho menos tiempo, sobre todo si son moldes individuales). Es importante pinchar el brownie y comprobar que aún está tierno por dentro y que la aguja no sale limpia del todo porque de lo contrario no quedaría tan jugoso.


Nada de mojar las oreos en leche, aquí las mojamos en brownies


Y a comer!!!!!!

Está tan rico que no le hace falta nada más, pero vamos que si sois un poco becerrillos como yo, un poco de sirope o helado de vainilla jamás se llevarán mal con un brownie. Es una relación ultraperfecta que siempre funciona, para mantener las lorzas sobre todo...

Calorías: uuuuuufffffffffff, oooooooyoyoyoyoy, ahhhhhhh-Demasiadas... ¿Qué esperábais? ;)







4 comentarios:

  1. Ya pensaba que habias desaparecido........ me alegro de que sigas escribiendo estas recetas estupendas. Un saludo!!!!!!

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    1. Muchísimas gracias Diego!!, eres mi ferviente lector, no sabes la ilusión que me hace ;)
      Un besazo!!!

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  2. Madre miá! nooo, no me hables de calorias! mejor no saberlo! jejejeje
    Besoss

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    1. Sí jejeje, mejor, porque este brownie creo que se lleva la palma...

      Un abrazo

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